Biografía

No fui capaz de reconocerlo en la novela de Julián Rodríguez. Ninguna necesidad sólo era un título atractivo, quizá lírico, para aquella obra formidable. Fue algunos años después cuando lo volví a escuchar en la voz de Yiye Álvarez. Ninguna necesidad, hijo. No hay ninguna necesidad. Sólo entonces comprendí su significado.

Nací en Cáceres cuando a Richard Nixon le quedaba menos de un año de mandato y andaba enredado entre su colección de cintas de audio y una guerra en Vietnam que nunca llegaba a su fin. Crecí en un barrio periférico separado de la ciudad por las vías del ferrocarril y la leyenda. Cuando era niño, mis abuelos tenían vacas y algunas calles de mi barrio no estaban asfaltadas. Estudié en la escuela pública, en la que tuve la suerte de conocer a maestros y profesores admirables y a otros que no lo fueron tanto. Visité luego bibliotecas, billares, recreativos, librerías y bares de mala muerte, aunque también algunos locales de cierto renombre con adornos florales de plástico. Tiendas de discos, teatros, salas de concierto, festivales bajo la lluvia en el extranjero e, incluso, cines gigantes con acomodadores trajeados y butacas de terciopelo rojo.

Soy lector, compositor de canciones, licenciado en Filología Hispánica, fundador de compañías discográficas y escritor, entre otras cosas. Desde hace dieciocho años vivo en Badajoz, donde trabajo como profesor de secundaria.